(Fragmento de tesis doctoral)
En un sentido estricto,
el diccionario no proporciona significados sino series de significantes. No
obstante y ya que la significación sólo se puede obtener por las relaciones
diferenciales de los signos, de poco nos servirán dichas series si no conocemos
esas relaciones.
Veamos un ejemplo. El Diccionario de la Lengua Española (DRAE)[1] de la Real Academia Española de la
Lengua nos ofrece la siguiente entrada:
cercopiteco. (Del gr. cercoz,
rabo, y piqhcoz,
mono.) m. Mono catirrino, propio de África, de formas ligeras, provisto de
abazones y con callosidades isquiáticas muy desarrolladas. (pág. 462)
Hemos tenido que buscar
esta palabra porque no disponemos en nuestro repertorio de ningún signo que
entable relaciones diferenciales con ella. Sin embargo, nuestro problema con la
palabra no es por la ausencia de referente (probablemente podamos ver una
fotografía en una enciclopedia o, es más, puede que ya conozcamos al mono en
cuestión pero no sepamos su nombre).
Al intentar encontrar un significado para ese significante opaco
(no-diferencial), nos tropezamos con una definición igualmente opaca. ¿Qué tipo
de mono es un mono catirrino? Más aun. ¿Por qué “mono” y no “simio” que es el su bgénero al que pertenece este animal? Sin embargo,
si no fuera su ficiente con la
dificultad genérica de palabras como “mono” tenemos que enfrentarnos con
cuestiones tales como “catirrino”, “abazones” e “isquiáticas”. Curiosamente cualquier
persona sabe qué son pero no dispone de la relación significanteósignificante que produzca la significación del signo.
catirrino. (Del gr. …,
hacia abajo, …, nariz) adj. Zool.
Dícese de los simios cuyas fosas nasales están separadas por un tabique
cartilaginoso, tan estrecho que las ventanas de la nariz quedan dirigidas hacia
abajo. Ú. t. c. s. (pág. 441)
abazón. m. Zool. Cada uno de los dos sacos o bolsas
que, dentro de la boca, tienen muchos monos y algunos roedores, para depositar
los alimentos antes de masticarlos. (pág. 5)
isquiático, ca. adj.
Perteneciente al isquion. (pág. 1193)
isquion. (Del gr.…) m. Anat. Hueso que en los mamíferos adultos
se une al ilion y al pubis para formar el hueso innominado, y constituye la
parte posterior de este. (pág. 1193)[2]
Veamos una fotografía.
Cercopiteco |
No obstante, la fijación
del referente no nos asegura la significación. Veamos otro ejemplo.
Dice el Diccionario de la
Real Academia Española (DRAE):
padre. (Del lat. pater, -tris) m. Varón o macho que ha
engendrado. ╟ 2.Varón o macho, respecto de su s
hijos.╟ 3. V. hermano de padre. ╟
4. Macho en el ganado destinado a la
procreación.╟ 5. Cabeza de una descendencia, familia o pueblo.╟
6. Nombre que se da a ciertos
religiosos y a los sacerdotes.╟
7. Teol. Primera persona de la Santísima Trinidad.╟
8. fig. Origen, principio.╟
9. fig. Autor de una obra de
ingenio, inventor de cualquier otra cosa.╟
10. pl. El padre y la madre.╟
11. Antepasados.╟
12. adj. fam. Muy grande. Se armó un escándalo PADRE.╟
apostólico. Cada uno de los padres de la Iglesia que conversaron
con los apóstoles y discípulos de Jesu cristo.╟
conscripto. Entre los romanos,
senador.╟ de almas. Prelado, eclesiástico o cura.╟
de familia, o de familias. Jefe de una familia aunque no tenga hijos.╟
de la patria. Título de honor dado a
alguien por los servicios prestados al pueblo.╟
2. irón. Dícese de los diputados a
Cortes o senadores.╟
del yermo. anacoreta.╟
de mancebía. El que tenía a su cargo el cuidado y gobierno de la mancebía.╟
de pila. Padrino en el bautismo.╟
de pobres. fig. Sujeto muy
caritativo y limosnero.╟
de provincia. En algunas órdenes
religiosas, su jeto que ha sido
provincial o ha tenido puesto equivalente.╟
2. Título que durante el régimen
foral se concedía en las provincias vascongadas al que había sido diputado en las
juntas generales del país o había prestado algún servicio eminente. Los padres de provincia formaban un cuerpo
consu ltivo para los asu ntos forales.╟
de su
patria. padre de la patria.╟
espiritual. Confesor que cuida y
dirige el espíritu y conciencia del penitente.╟
eterno. Teol. Padre, primera
persona de la Trinidad.╟
nuestro. Oración dominical que
comienza con estas palabras.╟
2. Cada una de las cuentas del
rosario más gruesas que las demás o que se diferencian de ellas de alguna otra
manera, para advertir cuándo se debe rezar un padrenuestro.╟
Santo. Por antonom., el Papa.╟
Beatísimo Padre. Tratamiento que se
le da al Papa.╟
nuestros primeros padres. Adán y
Eva, progenitores del linaje humano.╟
Santo padre. Cada uno de los
primeros doctores de la Iglesia griega y latina, que escribieron sobre los
misterios y sobre la doctrina de la religión. ╟
2. Padre Santo, el Papa.╟
de padre y muy señor mío. fr. fam.
Con que se encarece la gran intensidad o magnitud de una cosa.╟
dormir uno con su s padres. fr.
Haber muerto.╟ hallar uno padre y madre.
fr. fig. Hallar quien lo cuide y favorezca.╟ mi padre es Dios. expr. con que nos
ponemos, en los trabajos o desamparos, debajo de su
paternal protección divina.╟
mi padre las guardará. expr. que
reprende al que echa trabajo y cuidado a otros, aun debiendo aliviarlos de
ellos por respeto u otra obligación.╟
no ahorrarse uno con nadie, ni con su
padre. fr. fam. Atender sólo a su
propio interés.╟
2. fam. Decir libremente su sentir, sin guardar respeto a nadie.╟
sin padre ni madre, ni perro que me
ladre. loc. fig. y fam. de que se usa para manifestar la total
independencia o desamparo en que se halla uno.╟
tener el padre alcalde. fr. fig.
Contar con un poderoso protector.╟
¡tu padre! exclam. fam. de
irritación o enojo. (pág. 1499)
Todo este texto
descriptivo sobre la palabra “PADRE” intenta definir la globalidad
significativa de la cadena “P-A-D-R-E”. Sin embargo, ¿son todos estos
significados su ficiente definición
del término? ¿Podríamos duplicar el número de definiciones por medio de la
inclusión del término en diferentes frases? ¿Cuántas definiciones serían
necesarias para abarcar todo el término?
Al mismo tiempo, nos
podríamos preguntar si no nos estamos olvidando también de la parte psicológica
del signo; es decir, la impresión que tenemos guardada de éste y que nos ayuda
a recuperar su significado. ¿Acaso
“PADRE” significa lo mismo para un huérfano, para un niño maltratado, para un
niño abandonado, para un musu lmán,
para un budista, para una monja del Vaticano, para un anarquista francés, para
un ateo, para un “hijo de puta”, etc.? De esta forma, vemos cómo los
significados del diccionario formulan una aproximación arbitraria (¿por qué no
aparecen frases como: “ser de su
padre y de su madre” o “El obligado
a dar alguna cosa lo está también a conservarla con la diligencia propia de un
buen padre de familia”[3]). Si analizamos este último ejemplo
descubrimos cómo el DRAE sí incluye una acepción, pero ésta no se corresponde
directamente con el significado al que se refiere el Código Civil.
Veamos ahora cómo recoge
María Moliner en su Diccionario
de uso del español el término “PADRE” ([1966]1991). Así, en este
diccionario se han tomado decisiones de macroestructura que afectan
directamente a la distribución de la información bajo la entrada “padre”. Por
ejemplo, se han introducido sinónimos, familias léxicas, ejemplos, frases
hechas destacadas en mayúscula y con sangría. No obstante, nos seguimos
encontrando algunos de los problemas que hemos señalado más arriba en el caso
del DRAE. Aunque el diccionario se pueda definir como un compendio de todas las
palabras de una lengua ordenadas alfabéticamente, queda bastante claro, según
estos ejemplos, que no existe esa totalidad esperada. Es más. Aun cuando el
diccionario pudiese llegar a recoger “todas las palabras” nunca llegaría a
incluir todos los significados ya que al ser obras estáticas nunca podría
representar aquella conocida frase: “el significado de una palabra es su uso”.
Cualquier persona que consu lte un diccionario se enfrenta siempre a la misma
insatisfacción, como hemos señalado más arriba: las palabras del diccionario
son formas prefijadas, estáticas y fraguadas, mientras que nuestra experiencia
con las palabras hace de ellas formas complejas, símbolos de sí mismas que no
se reducen a significados, sino que se multiplican.
En conclusión, son todas estas acepciones que
nos da el diccionario, los elementos psicológicos y los usos sociales puntuales
los que crean la recepción de los signos. Del mismo modo (y por esta razón), en
el acto de la comprensión el signo busca acomodo a su
multiplicidad en un entorno de otros signos que crean tensiones. A partir de
éstas se produce una aproximación a un significado “real-intuitivo” que permite
vislumbrar la globalidad comunicativa del signo. Esta globalidad comunicativa
no sólo concretiza el signo sino que además añade elementos de diseminación que
multiplican el acto de recepción. De esta forma, la comprensión de los signos
no responde a una ubicación en esquemas de significado o estructuras culturales
preestablecidas (como pueden ser los diccionarios o las enciclopedias) sino a
una extensión de todos los significados probables conocidos (y no conocidos)
que se proyectan en un acto de comunicación. Es decir, todos los significados
que podemos atribuir a un signo (lingüísticos, culturales, semióticos,
comunicativos, psicológico-personales, etc.) contribuyen a la creación de un
significado para un signo específico de tal forma que la tensión que crea esta unión
entre significados y signo engendra nuevas tensiones para la comprensión del
signo futuro. Sólo cuando la connotación de un signo se vuelve denotación
absoluta (ni siquiera se produce en el caso de las siglas) podemos hablar de
una coincidencia de significados.
Así, y a modo de
conclusión, el diccionario se descubre como una estructura cerrada que intenta
fijar lo que nunca se detiene, dado que el texto no comparte con éste su capacidad (cerrada) de definir, sino una
estructura infinita (Barthes 1980).
[1] Utilizamos la vigésima primera edición
(1992).
[2] Como ya habrá podido constatar el
lector, una vez que hemos iniciado la serie es bastante difícil encontrar un
final.
[3] Código
Civil, Tecnos, Madrid, 1993, 12.º edición, pág. 308 (Artículo 1.094, Libro
cuarto: De las obligaciones y contratos, Título segundo: De la naturaleza y
efecto de las obligaciones).